Cuando sea grande, quiero ser….

En nuestro hogar es donde formamos nuestro carácter, nuestra esencia. Todos crecemos observando los comportamientos de nuestro papa y mama, eso incluye, actividades cotidianas y por supuesto su trabajo.

Como adultos tenemos mucha responsabilidad con la infancia y juventud, porque vamos heredando patrones de comportamiento y creencias limitantes a ellos.

Tengo el agrado de trabajar en una universidad. He escuchado tantas historias de estudiantes, que por obligación deben estudiar tal carrera (sos la 3ra generación de contadores de la familia) y ellos se encuentran totalmente desmotivados en los salones de clases. Por supuesto, también encontramos la historia de los chicos que dicen.-¨Yo quería estudiar Turismo…. pero mi papa dice que esa carrera es para las mujeres y me dijo que estudiará contabilidad¨.

Esa realidad es más frecuente de lo que creemos. Y son creencias que nos han metido en la cabeza desde niños en algunas familias.

Mi reflexión es que debemos permitir que tanto niñas y niños crezcan en ambientes de profunda comunicación asertiva, conversaciones que les permita aclarar dudas y pensamientos, que ellos investiguen y sean curiosos por su cuenta para aprender más sobre cualquier carrera. Todos somos capaces de estudiar lo que queramos. Es nuestro deber apoyarlos a encontrar esa pasión que necesitan descubrir. Somos guía, no dictadores.

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